2. Elige plantas con hojas de color verde intenso y uniforme, y brácteas de colores vivos. Una poinsettia sana no debería mostrar signos de amarilleo o caída de las hojas, así que fíjate bien. Una vez elegida, envuélvela bien para el viaje hacia casa. Nunca dejes las poinsettias en un coche helado mientras aprovechas para hacer otras compras, ya que no se llevan nada bien con los descensos bruscos de temperatura.
3. Películas, postales, anuncios de publicidad... Seguramente hayas perdido la cuenta de las veces que has visto la idílica imagen navideña en la que aparecen las flores de Pascua rojas junto a una chimenea. Pero si aprecias la vida de tu poinsettia, no intentes vivir “una vida de película”: el calor abrasador es el peor entorno posible para ellas, mantenla lejos de chimeneas y quemadores de leña.
4. Para mantener tus plantas sanas, sitúalas en un rincón bien iluminado -la luz filtrada es preferible a la luz solar directa- y sin corrientes de aire frío. Tendrán una vida considerablemente más larga si las temperaturas no descienden por debajo de los 13 °C. Cuando ventiles la casa, asegúrate de que no esté expuesta a corrientes de aire.